La Luna con voz melosa al Sol le preguntó:
¿es cierto que tú me amas?
El Sol asombrado así le contesto:
¿Cómo no iba yo a amarte, si tú, mi bella dama,
eres la dueña de mi existir?
Por ti mi corazón galopa cual corcel desbocado,
cada vez que tú te vas, lloro por tu ausencia,
aunque sé que a escondidas me vigilas en el día,
quieta, casi sin que nadie te vea, sigues en el cielo
hasta que yo me despido para dejarte a ti como
dueña y señora.
De noche te doy mi luz para que así tú,
mi amor secreto, resplandezcas en la
noche oscura y de plata parezcas.
Más de una vez te me despistas
porque con varias caras apareces,
¡Mi bella señora, siempre a tu lado yo estaré!
Nuestras vidas unidas están, como la noche y el día
Tú y yo siempre nos amaremos y
por siempre existirá un romance … entre el Sol y su Luna.
Shantal
Muy original tu romance entre la luna y el sol.
ResponderEliminarMe hace acordar de un cuento muy bueno de Antonio Tabucchi, cuando el Minotauro se enamora de la luna.
Un abrazo amiga
(Quisiera hacerte un comentario, pero tendría que estar aparte. Si quieres me lo dejas en roanmer@gmail.com)
ResponderEliminarGracias!!!
Excelente historia... Muy hermosa
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